Actividad #9 Hepatitis B


Administración y salud pública
Introducción
La hepatitis B es una infección vírica del hígado que puede dar lugar tanto a un cuadro agudo como a una enfermedad crónica. Es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud a nivel mundial. Puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático.
Trasmisión
El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del organismo por lo menos siete días. En ese periodo todavía puede causar infección si penetra en el organismo de una persona no protegida por la vacuna. El periodo medio de incubación de la hepatitis B es de 75 días, pero puede oscilar entre 30 y 180 días. El virus, que puede detectarse entre 30 y 60 días después de la infección, puede persistir y dar lugar a una hepatitis B crónica.
En zonas con alta endemicidad, el virus de la hepatitis B se transmite normalmente de la madre al niño durante el parto (transmisión perinatal) o por transmisión horizontal (exposición a sangre infectada), en particular de un niño infectado a un niño sano durante los primeros cinco años de vida. La aparición de infección crónica es muy común en los lactantes infectados a través de su madre o antes de los 5 años de edad.
La hepatitis B también se transmite por exposición percutánea o de las mucosas a sangre o diferentes líquidos corporales infectados, así como a través de la saliva y los líquidos menstruales, vaginales y seminales. La hepatitis B puede transmitirse igualmente por vía sexual, especialmente en el caso de hombres sin vacunar que mantienen relaciones sexuales con hombres y de personas heterosexuales con múltiples parejas sexuales o que tienen contacto con profesionales del sexo.



Epidemiología
La máxima prevalencia de la hepatitis B se registra en las regiones de la OMS del Pacífico Occidental y de África, en las que el 6,2% y el 6,1% de la población adulta, respectivamente, está infectada.
En las regiones de la OMS del Mediterráneo Oriental, de Asia Sudoriental y de Europa se calcula que, un 3,3%, un 2,0% y un 1,6% de la población, respectivamente, padece infección. En la región de la OMS de las Américas, el porcentaje de personas con hepatitis B es del 0,7.
¿Quiénes corren riesgo de sufrir la enfermedad de forma crónica?
La probabilidad de que la infección se cronifique depende de la edad a la que se produzca. Los niños infectados con el virus de la hepatitis B antes de cumplir los seis años son los más expuestos al riesgo de sufrir infecciones crónicas:
En los lactantes y niños:
  • entre un 80% y un 90% de los lactantes infectados en el primer año de vida sufrirán una infección crónica; y
  • entre un 30% y un 50% de los niños infectados antes de cumplir los seis años sufrirán una infección crónica.
En los adultos:
  • menos de un 5% de las personas sanas que se infecten en la edad adulta sufrirán una infección crónica; y
  • entre un 20% y un 30% de los adultos que padecen una infección crónica sufrirán cirrosis y/o cáncer hepático.

Diagnóstico
Las manifestaciones clínicas no permiten diferenciar la hepatitis B de la hepatitis causada por otros agentes virales y, consiguientemente, es esencial la confirmación del diagnóstico en laboratorio. Se dispone de algunas pruebas de sangre para diagnosticar la hepatitis B y hacer el seguimiento de los pacientes. Mediante esas pruebas se pueden distinguir las infecciones agudas y las crónicas.
El diagnóstico de laboratorio de la hepatitis B se centra en la detección del antígeno superficial del virus de la hepatitis B (HBsAg). La OMS recomienda que se analicen todas las donaciones de sangre para detectar la infección, garantizar la seguridad de la sangre y evitar la transmisión accidental del virus a los receptores.
  • La infección aguda por el virus de la hepatitis B se caracteriza por la presencia del HBsAg y de la inmunoglobulina M (IgM) en el antígeno del núcleo (HBcAg). En la fase inicial de la infección los pacientes también son seropositivos para el antígeno e de la hepatitis B (HBeAg). Este antígeno es normalmente un marcador de que el virus se replica de forma intensa y su presencia indica que la sangre y los líquidos corporales de la persona infectada son muy infecciosos.
  • La infección crónica se caracteriza por la persistencia (más de seis meses) del HBsAg (con o sin concurrencia de HBeAg). La persistencia del HBsAg es el principal marcador del riesgo de sufrir una hepatopatía crónica y cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular) posteriormente.

Tratamiento
No hay un tratamiento específico contra la hepatitis B aguda. Por tanto, la atención se centra en mantener el bienestar y un equilibrio nutricional adecuado, especialmente la reposición de los líquidos perdidos por los vómitos y la diarrea.
La infección crónica por el virus de la hepatitis B puede tratarse con medicamentos, en particular agentes antivirales orales. El tratamiento puede ralentizar el avance de la cirrosis, reducir la incidencia de cáncer de hígado y mejorar la supervivencia a largo plazo.
La OMS recomienda la administración de tratamientos orales (tenofovir o entecavir) porque son los fármacos más potentes para suprimir el virus de la hepatitis B. Rara vez desembocan en farmacorresistencia en comparación con otros fármacos, son fáciles de tomar (1 pastilla al día) y tienen pocos efectos secundarios, por lo que solo exigen un seguimiento limitado.
El entecavir ya no está protegido por patente, pero su disponibilidad y costos son muy variables. A su vez, el tenofovir está protegido por patente hasta 2018 en la mayoría de los países de ingresos altos y medios-altos, en los que el costo de un año de tratamiento oscilaba en febrero de 2017 entre US$ 400 y US$ 1500. Aunque algunos países de ingresos medios-altos, como China o la Federación de Rusia, todavía tienen obstáculos relacionados con la patente para acceder al tenofovir, el tenofovir genérico es asequible en la mayoría de los países en los que hay acceso a él. El Mecanismo Mundial de Información sobre Precios indica que el costo de un año de tratamiento oscilaba en febrero de 2017 entre US$ 48 y US$ 50.
Ahora bien, en la mayoría de las personas el tratamiento no cura la infección por el virus de la hepatitis B, tan solo suprime la replicación del virus. Por tanto, cuando se inicia el tratamiento contra la hepatitis B, se debe continuar durante toda la vida.
En muchos entornos de escasos recursos el acceso al diagnóstico y tratamiento contra la hepatitis B sigue siendo limitado. En 2015, solo el 9% (22 millones) de los 257 millones de personas con infección por el VHB estaban diagnosticadas. Entre los casos diagnosticados, la cobertura mundial del tratamiento era de tan solo un 8% (1,7 millones). Muchas personas solo son diagnosticadas cuando ya tienen hepatopatía avanzada.
Entre las complicaciones a largo plazo de las infecciones por el VHB, la cirrosis y el carcinoma hepatocelular son causa de una gran carga de morbilidad. El cáncer de hígado avanza rápidamente y, puesto que las opciones de tratamiento son reducidas, el desenlace es por lo general descorazonador. En los entornos de ingresos bajos, la mayoría de las personas con cáncer de hígado muere a los pocos meses del diagnóstico. En los países de ingresos altos, la cirugía y la quimioterapia pueden prolongar la vida unos cuantos años, y el trasplante de hígado se utiliza en pacientes con cirrosis, con resultados variables.

Objetivo general
Disminuir la prevalencia en países de África y del pacifico occidental hasta un 2.5% de personas que ya están infectadas.
Objetivos específicos
1.    Realizar jornadas de vacunación a lactantes y menores de 5 años.
La serie completa de vacunas genera anticuerpos que alcanzan niveles de protección superiores al 95% en lactantes, niños y adultos jóvenes. La protección dura por lo menos 20 años, y probablemente toda la vida. Por lo tanto, la OMS no recomienda dosis de refuerzo en las personas que hayan recibido la serie completa de la vacuna en tres dosis.
2.    Fomentar la salud sexual en adultos y adolescente
A toda la población que está en riesgo sería conveniente una serie de pláticas de concientización acerca de la enfermedad relacionado con las malas prácticas sexuales, así como la entrega de preservativos y otros métodos anticonceptivos.

Pronóstico
Con estas acciones que se van a realizar en el año 2019, se pronostica una disminución de la prevanlencia considerablemente en el 2021 reduciendo de 6.2 % a 3.3% en zona de endemicidad así como el la el cuidado en las prácticas sexuales .




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